Para asegurar una reproducción fiel del color se usan luces de estudio. Éstas tienen un espectro de color más completo que las luces comunes. 

Ubicando las luces con precisión se logra una iluminación uniforme de la obra.

El uso de telas negras permite evitar que los colores de la habitación se proyecten sobre la obra modificando el tono.

El uso de filtros polarizados tanto en la cámara como en las luces permite eliminar los reflejos de los vidrios sobre la obra y también los brillos propios de los barnices.

Para asegurar una reproducción fiel del color, se usa una referencia estándar de colores que permite calibrar las condiciones de iluminación y el postproceso de las fotografías.